En un lejano pueblo se organizó una carrera de sapos, con el objetivo de alcanzar llegar a lo alto de una gran torre.
Había en el lugar una gran multitud. Mucha gente para vibrar y gritar por ellos. Comenzó la competencia.
Pero como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era:
- ¡Que pena! Esos sapos no lo van a conseguir... no lo van a conseguir...
Los sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima.
La multitud continuaba gritando:
- ¡Que pena!! Ustedes no lo van a conseguir...
Y los sapitos estaban dándose por vencidos, salvo aquel sapito que seguía y seguía tranquilo, y ahora cada vez más con más fuerza.
Ya llegando el final de la competición todos desistieron, menos ese sapito que curiosamente en contra de todos, seguía. Llegó a la cima con todo su esfuerzo.
Los otros querían saber qué le había pasado. Un sapito le fue a preguntar cómo él había conseguido concluir la prueba.
Y descubrieron que... ¡Era sordo!
Había en el lugar una gran multitud. Mucha gente para vibrar y gritar por ellos. Comenzó la competencia.
Pero como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era:
- ¡Que pena! Esos sapos no lo van a conseguir... no lo van a conseguir...
Los sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima.
La multitud continuaba gritando:
- ¡Que pena!! Ustedes no lo van a conseguir...
Y los sapitos estaban dándose por vencidos, salvo aquel sapito que seguía y seguía tranquilo, y ahora cada vez más con más fuerza.
Ya llegando el final de la competición todos desistieron, menos ese sapito que curiosamente en contra de todos, seguía. Llegó a la cima con todo su esfuerzo.
Los otros querían saber qué le había pasado. Un sapito le fue a preguntar cómo él había conseguido concluir la prueba.
Y descubrieron que... ¡Era sordo!
Reflexión:
¡No permitas que personas con pésimos hábitos de ser negativos derrumben las mejores y más sabias esperanzas de tu corazón!
Recuerda siempre el poder que tienen las palabras que escuchas o veas.
Por lo tanto, preocúpate siempre de ser ¡POSITIVO!Moraleja: Sé siempre SORDO cuando alguien te diga que no puedes realizar algún sueño.
Montse Parejo
Psico-Oncóloga
Psico-Oncóloga
Hola Montse, que gran idea esta de los relatos.
ResponderEliminarLeyendo "una competecion de sapos" he recordado un juego bastante ilustrativo, que viene bien con esta historia y que seguro te servira para mostrar esta idea en tus terapias, yo lo aprendí en un curso de habilidades directivas, pero al final lo que viene a mostrar es como los demas influyen en nosotros, y sabiendo esto podremos tomar nuestras propias decisiones.
Te cuento el juego por si te interesa.
De un grupo de personas, aparta tres y explicales que cuando vuelvan a la sala donde estan el resto, de una en una y con los ojos tapados deberan tratar de encestar varias bolas de papel en una papelera.
Ahora dirigete a los que estan en la sala y explicales lo que van ha hacer los otros tres, pero con la siguiente condicon.
Al primero de ellos e independientemente de que enceste o no los papeles, deben animarle, aplauudirle y decirle lo bien que lo esta haciendo.
Al segundo de ellos y tambien independientemente de si encesta o no, deben permaner en silencio, no decir nada, ni animarle ni abuchearle.
Al tercero de ellos y nuevamente con independencia de como lo haga, si encesta o no, deben abuchearle, decirle que lo esta haciendo fatal y que no sirve para eso.
Al final pregunta a cada uno de los tras "baloncestistas" como se han sentido y aunque probablemente el numero de aciertos al tirar el papel a la canasta haya sido muy similar, sus sentimientos seran completamente diferentes.
Un abrazo
Paco
Paco, muchas gracias por tu aportación.
ResponderEliminarUn abrazo
Ante la adversidad no hay que dejarse llevar por lo que diga la gente, porque a ellos no les afectará el que tú te detengas.
ResponderEliminarQue bueno la fabula
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