Cuando
una langosta sale del mar y se queda entre las rocas, no tiene el instinto ni
la energía suficiente para ir de vuelta al mar. La langosta espera que una ola
venga hacia ella y la devuelva al agua, y si no viene, se queda dónde está y se
muere.
La
langosta se queda inmóvil, expectante, solo espera que la ola la lleve de
regreso a su hábitat sin saber, ni plantearse que con un pequeño impulso podría
alcanzar su objetivo.
Podríamos
decir que el mundo está lleno de “humanos langostas”. Personas que vararon en
las rocas de la indecisión, de la desidia, y que, en vez de avanzar con su
propia energía, están esperando una gran ola, que haga que su suerte cambie y
los devuelvan al mar.
Extraído de la poesía del Dr. Orison Swett Marden
Extraído de la poesía del Dr. Orison Swett Marden
Reflexión
Todos
buscamos el mismo propósito, ser felices, estar libres de sufrimiento y estar
en paz, como nos encaminemos a alcanzar estos propósitos depende de cada uno de
nosotros.
No
nos damos cuenta de que somos responsables de dónde decidimos poner nuestra
atención. Si ponemos nuestra atención en el futuro, esté vendrá repleto de
incertidumbres, nos invadirá el miedo, nos veremos incapaces de resolver los
obstáculos que imaginemos que la vida nos pondrá, todo esto nos va a generar
ansiedad. La ansiedad es un estado de inquietud en el cual sufrimos en el
presente por algo que ni siquiera sabemos con certeza que se va a manifestar en
el futuro. Si ponemos nuestra atención en el pasado, nos sumirá en una tristeza
porque creeremos que no nos debió de pasar tal o cual cosa. En el momento en el
que nos abrimos a aceptar algo, nos estamos abriendo a considerar que puede
haber una oportunidad oculta en esa situación que nos está tocando vivir y de
esta manera buscar el otro lado de la moneda. El potencial que cada uno de
nosotros tiene solo se nos revela cuando estamos fuera de nuestra zona de
confort y nos encontramos frente a lo desconocido.
Nuestra
vida no es una teoría ni una técnica, ni una opinión es pura conciencia, pura
experiencia, la vida solo se puede aprender viviéndola. Pensamos y creemos que
la vida pasa para “afuera” y la vida para para “adentro”.
La
frase “en la vida no hay amigos, ni enemigos, sino maestros” nos podría invitar
a pensar que a veces las personas que no nos agradan son las que tienden a
enseñarnos acerca de nosotros mismos. Y aquellas en las que vemos algo que nos
gusta, también nos está hablando de nosotros. La vida nos trae lecciones para
que podamos desarrollar nuestro verdadero potencial y poder llegar a nuestra
verdadera esencia sobre nosotros mismos.
Hace
poco escuche una cita que decía, “Esperar
que la vida te trate bien por ser una buena persona, es como esperar que un
tigre no te ataque por ser vegetariano”.
Recuerda,
“No esperes a tenerlo todo para disfrutar de la vida ya tienes la vida para
disfrutarlo todo”.
Montse
Parejo
Psico-Oncóloga
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